Ante el creciente desprecio hacia los dos partidos mayoritarios de España, PP y PSOE, te presentamos ocho alternativas políticas de cara a las siguientes elecciones.
Equo está formado por un grupo de personas que comparten una trayectoria común de trabajo a favor de la sostenibilidad ambiental y la equidad social. El proyecto Equo busca soluciones viables a los desafíos de nuestro tiempo mediante dos estrategias: la creación de una fundación que sea un núcleo de formación y debate sobre ecología política y equidad social y la formación de un movimiento sociopolítico.
Pero Equo también aspira a la creación de un movimiento político y social que tenga un referente electoral. Por ello busca aglutinar a gente que cree que otro modelo de sociedad es posible y necesario, que nuevas orientaciones económicas, políticas y sociales son urgentes. A personas que apuesten por la defensa de los derechos humanos, por la equidad, por una sociedad más sostenible, por una democracia más participativa, por una relación más equilibrada con la naturaleza…Su objetivo es, si cuentan con el apoyo social suficiente, concurrir a las Elecciones Generales de 2012.
Equo será una fundación adscrita al Protectorado del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Aspira a convertirse en un centro de pensamiento crítico y constructivo, que base su trabajo en la realización de debates, informes, jornadas… con la finalidad de que temas como la lucha contra el cambio climático, la defensa de los derechos civiles y laborales, el cambio de modelo energético, la lucha contra la pobreza… tengan la relevancia que merecen en la agenda social y política.
¿Por qué hay que votar a Equo?: La crisis no es tan sólo financiera, se trata dealgo mucho más profundo: es la crisis de un modelo productivo y de consumo claramente insostenible, que debe cambiar. Pero las políticas tradicionales siguen encaminadas solamente a promover la continuidad de ese modelo. La idea de que es la expansión del sistema económico lo que solucionará la pobreza en el mundo simplemente no es realista: si todos los habitantes del planeta consumieran lo mismo que los de los países desarrollados, se necesitarían tres planetas, y sólo tenemos uno. La era del despilfarro ya no puede continuar; la autorregulación del mercado ha resultado ser un espejismo. Las políticas tradicionales no han tomado nota de esta realidad e insisten en un modelo de desarrollo inviable. En este contexto la pasividad política no es una opción. En España hemos asistido en los últimos dos años a una paralización progresiva de las políticas ambientales para satisfacer las presiones e intereses de los sectores más vinculados a las actividades desarrollistas como la sobre-pesca, la especulación inmobiliaria o la agricultura más insostenible. Esta parálisis en lo ambiental ha sido el preludio de un giro antisocial en el ámbito de las políticas económicas. Con la excusa de la crisis se han puesto en marcha medidas encaminadas a recortar derechos laborales y debilitar el sistema de protección social, que tanta lucha necesitaron para ser instaurados, para dar satisfacción a los intereses y demandas de los llamados mercados financieros, es decir de los responsables de la crisis. Los grandes partidos comparten de tal modo su identificación con este modelo económico, productivo y social, que cada vez más ciudadanas y ciudadanos, en particular los más inquietos por la realidad social y ambiental, se sienten decepcionados y se alejan del compromiso político.
EQUO, formado por personas que compartimos una trayectoria común de trabajo a favor de la sostenibilidad ambiental y la equidad social, nace con la voluntad de dinamizar un amplio movimiento sociopolítico que promueva soluciones viables a los grandes desafíos de nuestro tiempo y ofrezca un cauce de participación política a las personas que no se resignan a contemplar pasivamente esta situación. En especial, EQUO quiere ofrecerse como un espacio de acción política para las generaciones emergentes de jóvenes inquietos ante la crisis social y ambiental que azota la humanidad, dispuestos a comprometerse generosamente para encontrar individual y colectivamente soluciones de actualidad a los desafíos de nuestro tiempo. EQUO quiere conectar también con las ciudadanas y ciudadanos que aspiran a vivir de una manera distinta, que no sea tan dependiente del consumismo y la acumulación de propiedades y deudas, sino que repose en un consumo más responsable y en una mejor calidad de ocupación y de vida.
Izquierda Unida es un Movimiento Político y Social, que se conforma en una organización jurídica y políticamente soberana, cuyo objetivo es transformar gradualmente el sistema capitalista en un sistema socialista democrático, fundamentado en los principios de justicia, igualdad, solidaridad y respeto por la naturaleza y organizado conforme un Estado social y democrático de derecho, federal y republicano.
Izquierda Unida es una organización unitaria en la línea política y en el programa, organizativamente federal e ideológicamente plural de la izquierda española y de sus pueblos, donde participan los partidos políticos y organizaciones federados, colectivos y todas aquellas personas que voluntariamente se adscriban, acepten y practiquen la política de Izquierda Unida, aprobada en sus Asambleas Federales, su programa, su política internacional, su funcionamiento administrativo y financiero, y sus Estatutos.
¿Por qué votar a Izquierda Unida?; ''A menudo oímos eso de: “A mí la política no me importa”. En realidad esto es fruto de la decepción total que sentimos por lo que la clase dirigente mayoritaria ha hecho en nuestras instituciones, pero la realidad es que la política sí importa porque nos afecta a cada paso que damos.Por ejemplo cuando vamos a la compra (IU ha pedido que los alimentos básicos no tengan los mismos impuestos que aquellos elementos de lujo: diamantes, coches, etc.), en los colegios (desde IU se exige una educación pública, de calidad y laica), en los servicios públicos (IU mantiene en todos los sitios donde gobierna las empresas públicas, la calidad del servicio y respeta los derechos de los trabajadores), en la sanidad (es imprescindible que siga siendo pública y gratuita), cuando pagamos los impuestos (IU no se cansa de pedir la progresividad en los impuestos, es decir, que pague más quién más gana), etc., por tanto la política NO da igual.
Lo cierto es que estamos atravesando una de las muchas crisis del modelo político y económico en el que vivimos, el capitalismo, pero que nosotros lo estemos sufriendo ahora no significa que antes no lo sufrieran otros. Este sistema lleva provocando hambre, guerras y desigualdades desde sus inicios, porque no es casual, ni sostenible, que el 20% de la población consuma el 80% de los recursos del mundo mientras el 80% vive en condiciones de pobreza.
Aun así, ahora nos dio de pleno y sufrimos las consecuencias de primera mano: no tenemos trabajo, nos están recortando derechos, la educación y la sanidad pública están en peligro, millones de familias están por debajo del umbral de la pobreza, otras se enfrentan a desahucios y millones de euros del erario público, es decir, de nuestro dinero, ha ido a parar a través de la gestión del Gobierno (si fuera el PP habría pasado lo mismo) a entidades privadas, bancos, empresas, que en realidad, al contrario que todos nosotros, sí han provocado la crisis.
Todo esto sucede mientras los españolos nos cruzamos de brazos y seguimos pensando que votar no sirve para nada. ¿Pero qué nos está pasando? Un cambio no sólo es posible, sino necesario. Necesitamos una sociedad más involucrada, una opción de futuro para nuestro municipio, nuestra región, nuestro país, nuestro continente y para nuestro mundo.
Las personas de IU lo creemos y lo queremos hacer posible contigo, estamos aquí, no somos una entelequia como quieren hacer creer, no venimos de ningún sitio que no sea éste, no estamos en IU por intereses personales de ningún tipo, sino porque tenemos un proyecto de futuro para Yecla, Murcia, España y el mundo, que pasa por un modelo de sociedad solidario, respetuoso con el medio ambiente y las personas.
Cuentan muchas cosas de nosotros, que si somos republicanos, que si somos unos idealistas, que si lo que proponemos es muy bonito, pero no es real; que somos pocos, que lo que decimos no es posible y, por supuesto, que somos como todos (iguales). Pues lo cierto es que sí, que somos republicanos, básicamente creemos en un modelo distinto en el que cualquier ciudadano de este Estado tenga los mismos derechos, incluido el de poder llegar a ser el Jefe del Estado, aunque no se llame Borbón. Sí, los de IU somos unos idealistas y tenemos un montón de ideas que son posibles, por ejemplo en Marinaleda es posible tener una vivienda desde 15 euros al mes (lo que pasa es que nadie se forra por esto, claro, así que puede ser que los idealistas sean otros que se han forrado a fuerza de hacer posible la estafa imposible).
Unión Progreso y Democracia (UPyD) se constituyó desde el principio en torno a un núcleo de programa muy definido, resumido en tres ejes:
El primero es la reforma de la Constitución de 1978 en tres líneas principales: cerrar la cuestión territorial igualando las competencias y la financiación de todas las comunidades autónomas y devolviendo al Estado algunas de las competencias estratégicas cedidas a éstas, como la educación; mejorar la separación de poderes y en especial reforzar la autonomía del poder judicial, y reforzar las libertades ciudadanas y la igualdad de todos los ciudadanos españoles. En segundo lugar, proponemos reformar la Ley Electoral para hacerla más representativa y equitativa, de modo que deje de primar a los pequeños partidos arraigados en algunas provincias, en muchos casos partidos nacionalistas o regionalistas, mientras penaliza a las formaciones políticas nacionales de modo que no sea posible la aparición de terceras fuerzas distintas al PSOE y el PP. En tercer lugar, nos hemos comprometido a impulsar medidas legales de regeneración democrática que contribuyan a acercar los representantes a sus representados, disminuyan el exceso de poder acumulado por las burocracias de los partidos, introduzcan la transparencia en las finanzas y actuaciones de los partidos políticos, devuelvan a muchas instituciones públicas la autonomía que han perdido por la injerencia partidista y, en resumen, corrijan la actual tendencia del sistema democrático español a degenerar en un oligopolio al servicio de las cúpulas de los partidos políticos y de los grandes poderes mediáticos y financieros a las que están asociados. En definitiva, se trata de devolver la política a la ciudadanía. En resumen, somos un partido inequívocamente nacional -es decir, comprometido a defender el mismo programa electoral en todos los territorios de España-, transversal y laico. Además, apoyamos la mejora de un Estado del Bienestar compatible con el respeto y el estímulo de la libre iniciativa privada, y todas aquellas políticas sociales y económicas conducentes a progresar tanto en la igualdad de oportunidades de los ciudadanos como en su libertad personal. En sentido contrario, nos oponemos activamente a todas las amenazas contra la igualdad y la libertad, como las procedentes del nacionalismo que pretende dividirnos y alzar fronteras interiores, de la degeneración del sistema democrático que aleja a los ciudadanos de la política desanimando su participación, o del excesivo poder de entidades opacas al margen del control y supervisión de los ciudadanos.
¿Por qué hay que votar a UPyD?: ''Nosotros estamos, naturalmente, por la España plural de los ciudadanos iguales y distintos, pero no por la España asimétrica de los territorios enfrentados, radicalmente contraria al principio democrático de igualdad. No queremos un Estado de Derecho uniforme ni mucho menos uniformado pero sí desde luego unitario y descentralizado. El fetichismo de la diferencia a ultranza nos parece una insigne majadería política, de la que viven unos cuantos iluminados y numerosos mangantes de la política local. Creemos que en España se está reeditando el viejo caciquismo, es decir, que dueños cuasi-feudales de cada región hacen y deshacen en su territorio halagando el narcisismo localista y comprando luego la benevolencia gubernamental a base de apoyos hábilmente negociados en el parlamento estatal. Por ello uno de nuestros objetivos es conseguir un peso suficiente en el Parlamento español como para poder contribuir a formar alternativas de gobierno libres de hipotecas nacionalistas.
Pero la igualdad de los ciudadanos tiene también otras amenazas. Un Estado democrático tiene que ser laico, es decir, neutral ante todas las creencias religiosas respetuosas con los Derechos Humanos y con nuestro sistema jurídico, y también ante la creencia de los que no creen en religión alguna. El laicismo no es una postura antirreligiosa ni irreligiosa (hay laicistas muy creyentes) sino opuesta solamente a la manipulación teocrática de las instituciones públicas. El Estado laico reconoce la fe religiosa como un derecho de cada cual –sometido únicamente a las leyes civiles pero no como un deber de nadie y mucho menos de los poderes públicos en tanto legislan, educan o financian diversas actividades culturales. La manifestación pública de las religiones es perfectamente lícita pero debe efectuarse siempre a título privado, no como obligación colectiva o institucional. Por tanto es evidente que en la escuela pública no deberían darse cursos de ninguna religión, lo mismo que tampoco deberían ofrecerse lecciones de ateísmo. Nosotros, en pos de la igualdad de todos los creyentes y no creyentes, quisiéramos alcanzar un Estado realmente laico, en el que ninguna religión perdiera sus derechos pero desapareciesen los privilegios actuales de ciertas confesiones, que en ocasiones convierten el interés general en rehén de creencias particulares. De la misma manera, quisiéramos un Estado también laico en materia identitaria, donde las instituciones no presionen ilícitamente a los ciudadanos para que se integren contra su voluntad en determinado modelo de identidad, supuestamente cultural o lingüística pero normalmente nacionalista.
Por supuesto, la desigualdad entre los ciudadanos tiene también a veces causas económicas. Nosotros creemos que toda riqueza es social y se debe en último término a la sociedad, aunque provenga de la iniciativa individual que lícitamente se beneficia de ella. La mejor forma de redistribuir la riqueza socialmente acumulada son unos efectivos y accesibles servicios públicos para atender cuestiones básicas: educación, sanidad, comunicaciones, transporte, asistencia social a niños, minusválidos y ancianos, pensiones, etc… Unos servicios que han de tener calidad y deben gestionarse con eficiencia, evitando derroches en los recursos, mediante la concurrencia de los sectores público y privado, adoptándose las fórmulas que mejor respondan a los objetivos de atención a todos los ciudadanos y que, en todo caso, estarán sujetas a la supervisión del Estado. Los ciudadanos deben tener las mismas oportunidades de acceso a esos servicios y un mismo tratamiento en ellos, con independencia del lugar en el que residan, para lo que hay que asegurar una equitativa financiación pública, eliminándose los privilegios que hoy día otorgan los sistemas de Concierto en el País Vasco y Navarra, y los que se pretenden imponer a través de las reformas de los Estatutos de Autonomía. Y, por otra parte, la redistribución de la riqueza requiere que el sistema fiscal mejore su control sobre todas las fuentes de renta y no penalice, como ocurre actualmente, a los trabajadores asalariados mientras privilegia a los perceptores de rentas del capital. El refuerzo de los servicios públicos y la seguridad social –no permitiendo que se deterioren por dejadez intencionada para fomentar luego su privatización- ha de ser una de las prioridades de nuestro partido.
En resumen: un nuevo partido para garantizar la unidad institucional y la coordinación tanto legal como fiscal del Estado de Derecho, así como su rigurosa laicidad y optimización de servicios públicos, a fin de posibilitar la real igualdad de los ciudadanos en el ejercicio de sus libertades democráticas. ''
¿Por qué hay que votar a UPyD?: ''Nosotros estamos, naturalmente, por la España plural de los ciudadanos iguales y distintos, pero no por la España asimétrica de los territorios enfrentados, radicalmente contraria al principio democrático de igualdad. No queremos un Estado de Derecho uniforme ni mucho menos uniformado pero sí desde luego unitario y descentralizado. El fetichismo de la diferencia a ultranza nos parece una insigne majadería política, de la que viven unos cuantos iluminados y numerosos mangantes de la política local. Creemos que en España se está reeditando el viejo caciquismo, es decir, que dueños cuasi-feudales de cada región hacen y deshacen en su territorio halagando el narcisismo localista y comprando luego la benevolencia gubernamental a base de apoyos hábilmente negociados en el parlamento estatal. Por ello uno de nuestros objetivos es conseguir un peso suficiente en el Parlamento español como para poder contribuir a formar alternativas de gobierno libres de hipotecas nacionalistas.
Pero la igualdad de los ciudadanos tiene también otras amenazas. Un Estado democrático tiene que ser laico, es decir, neutral ante todas las creencias religiosas respetuosas con los Derechos Humanos y con nuestro sistema jurídico, y también ante la creencia de los que no creen en religión alguna. El laicismo no es una postura antirreligiosa ni irreligiosa (hay laicistas muy creyentes) sino opuesta solamente a la manipulación teocrática de las instituciones públicas. El Estado laico reconoce la fe religiosa como un derecho de cada cual –sometido únicamente a las leyes civiles pero no como un deber de nadie y mucho menos de los poderes públicos en tanto legislan, educan o financian diversas actividades culturales. La manifestación pública de las religiones es perfectamente lícita pero debe efectuarse siempre a título privado, no como obligación colectiva o institucional. Por tanto es evidente que en la escuela pública no deberían darse cursos de ninguna religión, lo mismo que tampoco deberían ofrecerse lecciones de ateísmo. Nosotros, en pos de la igualdad de todos los creyentes y no creyentes, quisiéramos alcanzar un Estado realmente laico, en el que ninguna religión perdiera sus derechos pero desapareciesen los privilegios actuales de ciertas confesiones, que en ocasiones convierten el interés general en rehén de creencias particulares. De la misma manera, quisiéramos un Estado también laico en materia identitaria, donde las instituciones no presionen ilícitamente a los ciudadanos para que se integren contra su voluntad en determinado modelo de identidad, supuestamente cultural o lingüística pero normalmente nacionalista.
Por supuesto, la desigualdad entre los ciudadanos tiene también a veces causas económicas. Nosotros creemos que toda riqueza es social y se debe en último término a la sociedad, aunque provenga de la iniciativa individual que lícitamente se beneficia de ella. La mejor forma de redistribuir la riqueza socialmente acumulada son unos efectivos y accesibles servicios públicos para atender cuestiones básicas: educación, sanidad, comunicaciones, transporte, asistencia social a niños, minusválidos y ancianos, pensiones, etc… Unos servicios que han de tener calidad y deben gestionarse con eficiencia, evitando derroches en los recursos, mediante la concurrencia de los sectores público y privado, adoptándose las fórmulas que mejor respondan a los objetivos de atención a todos los ciudadanos y que, en todo caso, estarán sujetas a la supervisión del Estado. Los ciudadanos deben tener las mismas oportunidades de acceso a esos servicios y un mismo tratamiento en ellos, con independencia del lugar en el que residan, para lo que hay que asegurar una equitativa financiación pública, eliminándose los privilegios que hoy día otorgan los sistemas de Concierto en el País Vasco y Navarra, y los que se pretenden imponer a través de las reformas de los Estatutos de Autonomía. Y, por otra parte, la redistribución de la riqueza requiere que el sistema fiscal mejore su control sobre todas las fuentes de renta y no penalice, como ocurre actualmente, a los trabajadores asalariados mientras privilegia a los perceptores de rentas del capital. El refuerzo de los servicios públicos y la seguridad social –no permitiendo que se deterioren por dejadez intencionada para fomentar luego su privatización- ha de ser una de las prioridades de nuestro partido.
En resumen: un nuevo partido para garantizar la unidad institucional y la coordinación tanto legal como fiscal del Estado de Derecho, así como su rigurosa laicidad y optimización de servicios públicos, a fin de posibilitar la real igualdad de los ciudadanos en el ejercicio de sus libertades democráticas. ''
El Partido Comunista de los Pueblos de España es una unión voluntaria de militantes comunistas del Estado español, que reivindica las mejores tradiciones de lucha de los y las comunistas de los Pueblos de España. El PCPE es un partido de la clase obrera, donde se organizan sus elementos más conscientes, que lucha por dirigirla y convertirse en su vanguardia y su forma superior de organización. Trabajamos para organizar al movimiento progresista y revolucionario de los Pueblos de España en un frente político y social de izquierdas que impulse un proceso de acumulación de fuerzas en la lucha por la democracia directa, el socialismo y el comunismo.
Desde el PCPE luchamos por el derrocamiento del sistema capitalista y por la victoria de la revolución socialista. La construcción de la sociedad socialista no será posible sin la instauración de un régimen de poder popular, en que el proletariado tenga el papel dirigente. Dicho poder, denominado teóricamente dictadura del proletariado, expresa la incorporación de la inmensa mayoría de la sociedad en las tareas políticas, mediante su participación directa en las tareas del Estado y la administración.
El PCPE considera que la instauración del Socialismo y el Comunismo en el estado español, objetivo fundamental del Partido, pasa por la realización y consolidación de una evolución democrática, antimonopolista, antioligárquica y antiimperialista, pronunciándose por la unidad de todas las fuerzas de la izquierda social y política en un programa común, sobre la base del reconocimiento de todos los derechos de las nacionalidades incluido el derecho a la autodeterminación y cuya propuesta sea la construcción de una República Confederal fundamentada en el principio leninista de unión voluntaria de pueblos libres.
¿Por qué hay que votar al PCPE?: ''La juventud estamos hartos de preguntarnos para qué sirven las elecciones, estamos frustrados de ver cómo no hay diferencia entre votar PP o PSOE, escuchamos eso de que los políticos son todos iguales y que es imposible cambiar las cosas. Y en cierta manera, es así.
Pero, ¿Por qué? ¿Por qué no hay más que una opción, que se presenta en dos grandes candidaturas? ¿Por qué gobierne quien gobierne, sólo les interesamos el día que hay que pasar por las urnas? ¿Por qué de todos los gobiernos se descubren casos de corrupción? ¿Por qué votamos un programa y luego nos imponen las medidas que les da la gana (reforma de las pensiones, plan Bolonia, reforma laboral,…)?
Estaríamos equivocados si creyésemos que el problema son nuestros políticos. Nuestros políticos son malos, cierto, pero echando un vistazo a los países vecinos, la cosa no mejora. No es un problema de calidad humana, ni de ética, ni de elegir a partidos más pequeños, sólo por el hecho de no ser PP y PSOE. Es un problema de quién manda realmente en esta sociedad.
Vivimos en una sociedad capitalista, donde una pequeña minoría tiene la propiedad de los medios de producción. Y quien produce vende, quien vende tiene dinero, quien tiene dinero paga campañas electorales y quien las paga recibe luego los favores de los distintos gobiernos. Ningún comunista está en contra de la propiedad personal, estamos en contra de la propiedad privada sobre los medios de producción, estructuras que sirven para el enriquecimiento de una élite –a costa de nuestro trabajo- y para esclavizarnos.
Tampoco vemos como enemigo al panadero, a la farmacéutica, al camionero o a la de la tienda de informática. Los culpables son esos 37 grandes empresarios que se reunieron con el gobierno para diseñar la salida de la crisis. O más bien, su salida de su “crisis”: más recortes, menos salarios, más años de trabajo, más explotación.
La historia conoce muchos tipos de dominación. En Roma gobernaban los patricios, o, si se quiere, se gobernaba para ellos. En la época medieval se gobernaba para dos estamentos: clero y nobleza. Y hoy, como siempre, la política sigue siendo el reflejo de los grandes intereses económicos. En la empresa mandan ellos y en el gobierno, también.
Bajo el repetitivo discurso de que vivimos en democracia se oculta una gran verdad: nos dejan opinar, pero no decidir. En Roma se votaba, tanto como en Grecia. No todos ni todas. Y aunque se votara, nadie podría afirmar que esa “democracia” no estuviese diseñada para perpetuar las estructuras de dominación que entonces existían: el imperio, el esclavismo, la marginación de la mujer, la explotación.
Lo mismo pasa hoy, votamos, sí, pero en campañas que ensalzan a los partidos del sistema. Campañas a las que acceden quienes tienen dinero y tiene dinero quién lo recibe de los bancos. Esos no somos los comunistas ni ninguna fuerza política que queramos quitarles sus privilegios. Campañas que no cesan tras las elecciones, sino que siguen a través de un bombardeo constante de información en medios de comunicación, que, por cierto, son propiedad de la misma élite económica que luego se reúne con el gobierno.
Y si el control de la información no fuese ya suficiente, luego descubrimos que las campañas pierden valor, en la medida en que votar “protección social” –como prometió Zapatero, frente al “decretazo” representado por Rajoy- se traduce en todo lo contrario.
¿Cuál es la solución? La solución no es “pasar” de la política, porque con eso sólo les dejamos seguir haciendo lo que les da la gana. Y eso pasa factura, a todos los niveles: en nuestras condiciones de trabajo, en nuestra edad de jubilación, en qué se empleen nuestros impuestos y en todo lo que nos estamos perdiendo por vivir en un sistema de explotación como el capitalista.
La solución pasa por decir basta y romper con el sistema. Es necesario luchar. Luchar hoy, luchar el 22 de mayo y seguir luchando después. La lucha hoy es un voto. Pero mañana es organizarse para reivindicar un modelo educativo diferente, es luchar contra el paro, contra la precariedad, contra los despidos.
¿Por qué somos los comunistas la alternativa? Porque, como decíamos antes, no es un problema de personas o de partidos. En Inglaterra la situación es muy parecida a la de España. No tienen PP y PSOE, pero tienen Laboristas y Conservadores. No tienen a Rajoy y Zapatero, pero tienen a Cameron y Miliband. El sistema necesita esas estructuras para dominarnos, el problema son las estructuras y la dominación, que surgen de la economía.
Sólo los comunistas planteamos una lucha a todos los niveles contra este sistema de explotación: en la empresa, en los institutos, en la universidad, en las elecciones,…
Nuestro objetivo es el fin de esta sociedad capitalista y liberar a la clase obrera, los sectores populares y la juventud del yugo de la explotación. Para ello proponemos un sistema nuevo: el socialismo, una sociedad sin clases, en la que las personas no estemos al servicio de la economía, sino que la economía, la cultura y la política tengan como fin satisfacer nuestras necesidades como personas. ¡Comunistas: la fuerza del pueblo trabajador! ¡Vota PCPE!''
Alternativa Española sustenta su declaración programática y su acción pública en cuatro principios: la "defensa de la Vida" (oposición a cualquier tipo de aborto), la "defensa de la Familia", las "Raíces Cristianas" y la "Unidad de España". El propósito de AES es consagrarse como el único partido español de derecha católica al margen del Partido Popular. Definen el aborto, las uniones entre personas del mismo sexo, los "divorcios express", la manipulación del embrión humano o la ruptura de la unidad de España como "contravalores". También según su ideario, muestra un gran rechazo de cualquier forma de racismo o xenofobia, enfocando el problema de la inmigración desde la caridad y la solidaridad con los más débiles y el interés nacional.
Se definen como socialcristianos y transversales. Ha sido frecuentemente calificado de ultraderechista. Mantiene muy buenas relaciones con el partido político italiano Alternativa Social, quien consideró a Alternativa Española como su proyecto homólogo en España. AES formó parte de la Declaración de Viena. Su secretario general es el abogado y empresario Rafael López-Diéguez.'
¿Por qué hay que votar a AES?: ''Son muchos los españoles que, a diario, en su lugar de trabajo, en su casa, en su ambiente familiar, siendo conscientes de que es imposible vivir en otra realidad, de que los mundos aparte son una entelequia, disienten de un tiempo en el que los Valores y Principios en los que fueron educados, en los que quieren vivir, esos que quieren transmitir, como su mejor legado, a las generaciones futuras, son sistemáticamente orillados cuando no atacados.
Quienes creen que la Vida, la Familia, España o la Moral objetiva son categorías permanentes de razón, no estando subordinadas a las modas o a los caprichos políticos; quienes estiman que nuestras raíces cristianas son las que deben sustentar la sociedad; quienes aspiran a tener la libertad suficiente para educar a sus hijos en consonancia con sus Creencias, Valores y Principios; quienes esperan poder deambular por unas calles en las que prime la seguridad física, patrimonial y moral; quienes aspiran a que el derecho de los justos prime sobre el de los que les hacen la vida y el trabajo imposible gracias a la benignidad de la ley; quienes viven ahogados por una realidad económica que amplía las diferencias sociales; quienes se dan cuenta de que la clase política española se ha vuelto endogámica, que es una casta, y que para ella no lo primordial no es estar al servicio del bien común; quienes no se sienten representados, aunque les presten su voto, por ninguna de las dos grandes opciones políticas; quienes están cansados de que su voto sólo sirva para sustentar mayorías o alianzas, que no sólo acaban prescindiendo de esos Principios y Valores sino que, al final, legislan contra los mismos y contribuyen a su pausada demolición; quienes piensan que no todo se soluciona con promesas de rebajas y ayudas económicas, hechas al viento de las elecciones…, todos ellos, si se deciden a seguir el dictado de la razón tienen, ahora, una oportunidad.
La oportunidad de dar aliento a una alternativa que muestra, día a día, con su trabajo, que existe otra forma de estar y actuar en política. La oportunidad, llegado el caso, de con los votos decir: no estáis solos, vuestra labor debe continuar. La oportunidad de hacer ver, a otras fuerzas políticas, que algo está cambiando, que para un segmento de la sociedad lo trascendente no es reducir un punto el IRPF sino defender la Vida, la Familia, España y nuestras raíces cristianas. La oportunidad de que un voto, aparentemente testimonial, se transforme en el más útil de los votos. La oportunidad de que Principios y Valores, que han sido y están siendo marginados de la vida pública española, retornen al debate político. La oportunidad, con ese apoyo electoral, de contribuir al desarrollo de una opción distinta, de una opción transversal, de una alternativa política social-cristiana.''
Izquierda Anticapitalista es una organización revolucionaria, ecologista, feminista e internacionalista que se esfuerza por impulsar las luchas contra toda forma de explotación, opresión y dominación sobre las personas y la naturaleza. Las mujeres y los hombres de Izquierda Anticapitalista nos organizamos políticamente para luchar por volver a poner de actualidad la necesidad de una ruptura revolucionaria que permita iniciar la construcción de una sociedad socialista autogestionaria libre de explotación, alienación y opresión, donde todo el mundo pueda participar de una forma democrática y pluralista en la elección de un nuevo futuro colectivo. ¿Qué nos une?
Un mundo liberado de la dictadura del capital sólo puede nacer mediante una ruptura radical con el (des)orden existente. No podemos esperar nada bueno de un sistema que genera millones de personas paradas, precarias y marginadas en los países ricos y centenares de millones de personas muertas de hambre en los países del sur, ni hacernos ilusiones sobre un sistema ecológicamente insostenible que amenaza con la destrucción del planeta. Mientras tanto, la crisis de este “modelo” civilizatorio no hace más que agravarse y se acentúan el militarismo, el recorte de libertades y el desarrollo de ideologías reaccionarias y fundamentalistas. Pensamos que hay que impulsar una estrategia contrahegemónica de construcción de un bloque político, social y cultural alternativo, capaz de promover procesos de convergencia entre los diferentes movimientos sociales en torno a la lucha por reformas no reformistas y demandas de carácter transitorio cuya conquista y consolidación requerirá la confrontación con el sistema y la lógica del capital.
¿Por qué hay que votar a Izquierda Anticapitalista?: Desde Izquierda Anticapitalista creemos que la realización de los ideales igualitarios, democráticos y autogestionarios comunes al socialismo revolucionario, al movimiento feminista, al movimiento de liberación de gays y lesbianas, a los movimientos de emancipación nacional y el ecologismo no podrán llevarse a cabo sin atacar de raíz la propiedad privada de los medios de producción y de los recursos naturales y la acumulación ciega de capital, sin una ruptura radical con un sistema que genera injusticias, explotación, miseria, opresión y destrucción. Así pues, el impulso de un proceso revolucionario socialista sigue siendo nuestro horizonte y una tarea fundamental si queremos conseguir transformaciones sustanciales e irreversibles de la sociedad y abrir una puerta a la esperanza. El proceso de democratización llevado hasta sus últimas consecuencias tendrá que vencer las resistencias de les clases dominantes con la fuerza de la razón y, si es necesario, con la razón de la fuerza. Un proyecto internacionalista a la altura de los retos actuales
Izquierda Anticapitalista es una organización internacionalista porque el capitalismo es un sistema mundial que ha internacionalizado la lucha de clases y engendrado resistencias globales y, por tanto, obliga a éstas a transcrecer hacia la construcción de una alternativa socialista a escala mundial. Somos internacionalistas porque esa aspiración es común más allá de las fronteras que nos separan, porque somos especialmente solidarios de los pueblos oprimidos del Sur y porque luchamos por nuevas relaciones entre las naciones y contra un enemigo común, el “nuevo” imperialismo contemporáneo. Creemos que las grandes potencias imperialistas no tienen derecho a dirigir los destinos de los países empobrecidos. Somos internacionalistas porque combatimos el militarismo de las grandes potencias y la guerra, pero aun así defendemos el derecho de los oprimidos a liberarse, si hace falta con las armas en la mano, cuando los otros medios se muestren insuficientes frente a la resistencia de los poderes dominantes.
Creemos también que, para hacer frente a un capitalismo organizado a nivel mundial –fuertemente concentrado en grandes multinacionales que someten a su control organizaciones como el FMI, la OMC y el G-8 y articulado en bloques regionales como la UE– y defendido por la fuerza militar –con la OTAN como su principal brazo armado al servicio de la “guerra global permanente”–, es imprescindible establecer vínculos permanentes y desarrollar iniciativas conjuntas con otras organizaciones revolucionarias y anticapitalistas del mundo. Por ello, Izquierda Anticapitalista forma parte de la Cuarta Internacional, una organización nacida en los momentos más sombríos del siglo XX –en vísperas de la Segunda Guerra Mundial– con el objetivo de rescatar la legitimidad de la Revolución de Octubre y de no confundir el socialismo con la catástrofe política y moral del estalinismo. Hoy en día, gracias al resurgimiento masivo de prácticas y movimientos internacionalistas, la IV Internacional contribuye a articular una futura corriente internacional anticapitalista de masas, mediante iniciativas como la Conferencia de la Izquierda Anticapitalista Europea, en la que Izquierda Anticapitalista está plenamente involucrada. ¡Únete a Izquierda Anticapitalista!
Para llevar adelante este proyecto, para hacer realidad tus sueños, para lograr una sociedad de mujeres y hombres libres... únete a nosotros. Tu esfuerzo y trabajo son necesarios, porque sin militancia no hay lucha, sin lucha no hay organización y sin organización no hay proyecto revolucionario... Tu opinión, pensamiento y participación son imprescindibles. Se ha acabado el tiempo de la pasividad de la izquierda, del conformismo, del dejar hacer a los poderosos, de considerar que los asuntos públicos son cosa de “los políticos”. Ha llegado el tiempo de las personas, de los pueblos, de los rebeldes, del cambio y la acción. Es la hora de construir una izquierda anticapitalista y de clase, una izquierda de izquierdas.
El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) (en euskera Zezenketen Aurkako eta Animalien Aldeko Alderdia, ZAAAA), es un partido político español fundado en Bilbao el 24 de febrero del año 2003 que lucha por los derechos de los animales y contra el maltrato a éstos, también como parte de la exigencia del respeto al derecho a la vida humana. Asimismo, defiende la promoción del vegetarianismo y veganismo. Su sede central se encuentra en Madrid.
Se define como partido animalista, es decir que hace de la defensa de los derechos de los animales su bandera política. Surgió a partir de la unión de diversos colectivos antitaurinos y de defensa de los animales. En 2010 pasó a denominarse como "PACMA Partido Animalista".
Se define como partido animalista, es decir que hace de la defensa de los derechos de los animales su bandera política. Surgió a partir de la unión de diversos colectivos antitaurinos y de defensa de los animales. En 2010 pasó a denominarse como "PACMA Partido Animalista".
En su programa político, destaca la tipificación como delito en el Código Penal con penas de cárcel a quien maltrate a un animal, legalizar el acceso de los animales a los transportes públicos, prohibición tajante del circo con animales, abolición de la tauromaquia,demolición de todas aquellas plazas de toros sin mérito arquitectónico, haciendo en su lugar parques y jardines, prohibición de zoos, delfinarios y acuarios, prohibición de la caza y pesca deportiva, el cierre de granjas peleteras, la sostenibilidad medioambiental, el fomento del vegetarianismo y la prohibición de la investigación con animales para la cura de enfermedades, entre otros puntos de su programa.
¿Por qué hay que votar al PACMA?
Nuestro objetivo es avanzar hacia una sociedad en la que los animales no sean vistos como seres de los que nos podemos aprovechar. Sabemos que los animales son seres con la capacidad de sufrir y disfrutar, lo cual los hace merecedores de respeto. Debemos replantearnos la manera en que nos relacionamos con los animales, y apostar por unas alternativas de consumo y de ocio que sean éticas y libres de explotación animal.
El PACMA – Partido Animalista está formado por personas con una reconocida trayectoria en el movimiento por la defensa de los animales. Hemos dedicado, de manera desinteresada, miles de horas a colaborar con organizaciones y protectoras. Para nosotros, la defensa de los animales no es un negocio. Es una lucha que vivimos día a día.
El PACMA – Partido Animalista es el único partido político que defiende a todos los animales.En las próximas elecciones quizá oigas a algunos partidos introducir algunos puntos en su programa buscando tu voto. Esos partidos simplemente buscan las simpatías de un movimiento por la defensa de los animales en auge. Pero son partidos que no han hecho nada significativo por los animales en los últimos años o que cuentan en sus filas con cazadores y aficionados a la tauromaquia.
El PACMA – Partido Animalista empleará tu voto para dar voz a quienes no pueden reclamar derechos por sí mismos. Con tu apoyo, conseguiremos que en las instituciones haya representantes que realmente defienden a los animales.
Si bien impulsaremos todas aquellas propuestas que resulten beneficiosas para los animales, nuestro programa para las próximas elecciones se articula sobre los siguientes seis puntos:
1. Oposición a los espectáculos con animales y a la declaración de la tauromaquia como Bien de Interés Cultural.
Los espectáculos con animales son una práctica inaceptable, basada en la tortura de seres indefensos. El pasado año supuso un avance, al conseguirse abolir las corridas de toros en Cataluña tras una iniciativa legislativa popular que el PACMA – Partido Animalista apoyó desde el inicio. Asimismo, más de 20.000 personas se manifestaron el 28 de marzo en Madrid el año pasado reclamando el fin de las corridas de toros. Este avance ha hecho que los defensores de la tauromaquia intenten hacer lo posible por frenar el movimiento por la defensa de los Animales.
Promoveremos mociones en ayuntamientos y parlamentos autonómicos en contra de que la tauromaquia sea declarada Bien de Interés Cultural. Realizaremos campañas informativas en contra de esta declaración, y adoptaremos y apoyaremos todas aquellas medidas legales necesarias contra la misma.
Reclamamos el fin de las subvenciones a la tauromaquia, y el fin de la emisión de espacios taurinos en la televisión y radio públicas. Impediremos la celebración de los espectáculos con animales, dado que no es justo que hagamos sufrir a los animales para divertirnos.
Impulsaremos iniciativas de ocio sin sufrimiento animal, tanto para los jóvenes como para los adultos.
2. Derecho a elegir una alimentación y un estilo de vida ético.
Los animales viven un infierno en las granjas. Las investigaciones realizadas por diversas organizaciones españolas han mostrado la realidad de lo que ocurre en dichas granjas. Debemos replantearnos la manera en que nos relacionamos con los animales. No es aceptable que los condenemos a una vida de sufrimiento. Al igual que ocurre con los perros, los gatos y los toros, su vida es importante.
Como parte del derecho de los ciudadanos a la libertad de conciencia, defendemos la posibilidad de elegir un menú sin productos de origen animal en los comedores escolares y administraciones públicas.
Cada vez somos más quienes hemos apostado por una alimentación ética, sin productos de origen animal.
Sacrificio Cero de animales en refugios y perreras.
Cada día son abandonados perros, gatos y animales de otras especies. Cuando no son atropellados, o mueren por las altas temperaturas o la falta de alimento, en muchos casos son llevados a perreras y centros donde su futuro no está garantizado. Las perreras, por lo general, matan animales sanos de una manera constante. Las protectoras y voluntarios invierten enormes esfuerzos por cuidar a los animales, esterilizarlos y darlos en adopción. Sin embargo, les resulta imposible solucionar la situación general dado que actualmente se crían, venden y abandonan animales.
El PACMA – Partido Animalista se opone a la venta de animales. Mientras siga existiendo esta actividad, adoptaremos medidas para realizar campañas educativas a favor de la adopción, e impulsaremos programas de esterilización gratuita de perros, gatos y el resto de animales.
Defendemos que las protectoras que hayan demostrado su buena labor puedan hacerse cargo de las perreras municipales, y que cuenten con espacios públicos para difundir su labor.
Debemos asumir que los animales no son mercancías, y que no debemos comprarlos. Cada nacimiento de un animal supone que otro morirá, pues no hay espacio para todos ellos en las perreras y protectoras. Por eso, al igual que nos oponemos a la compra de animales, deberíamos esterilizar a aquellos con los que convivimos y que puedan tener camadas. Si deseamos ayudar a un animal, y considerarlo como un miembro más de la familia, podemos adoptar.
4. Campañas de sensibilización en centros educativos.
Una actitud respetuosa hacia los animales puede ser cultivada desde la infancia. Por eso haremos esfuerzos para que los niños y adolescentes puedan desarrollar sus capacidades emocionales con respecto a los animales. Promovemos la visita a refugios de animales como alternativa a las actuales visitas a “granjas escuela”, donde los intereses de los animales no son tenidos en cuenta.
Impulsaremos programas educativos que permitan a los miembros de protectoras y organizaciones acudir a las escuelas en horario lectivo para promover el respeto a los animales.
Garantizaremos el derecho de los estudiantes a no participar en aquellas prácticas que supongan la muerte o el sufrimiento de los animales, sin ser penalizados académicamente por ello.
Los jóvenes son el futuro. No podemos permitir que crezcan careciendo de sensibilidad hacia los animales.
5. Políticas ambientales que tengan en cuenta los intereses y necesidades de los animales salvajes.
La caza y la pesca son actividades que provocan la muerte y el sufrimiento de miles de animales al año, por lo que nos oponemos a las mismas y a su reconocimiento como actividades deportivas. Las consecuencias de tales prácticas no solo son las directas. Un ejemplo es el grave problema del plumbismo, que envenena acuíferos y animales. Recordemos también que el 12% de los abandono de perros se producen al finalizar la temporada de caza.
Promoveremos actitudes que favorezcan a los animales salvajes, como la restricción de vallados que impidan el libre paso de animales en espacios naturales, establecer pasos subterráneos en carreteras y aislar estas vías que sesgan la vida de miles de animales al año. Persecución de los envenenadores de animales, etc.
Asimismo, las políticas promovidas en relación con las mal llamadas “especies invasoras” son discriminadoras e injustas. Estas políticas suponen la muerte a sangre fría de millones de animales. Poner fin a la vida de estos animales no es aceptable, al igual que no lo sería si habláramos de humanos inmigrantes. En el caso de que exista un conflicto entre distintos animales salvajes, defendemos la adopción de aquellas medidas que tengan en cuenta las necesidades de todas las partes implicadas.
6. Una sociedad más justa e igualitaria para todos
En las últimas décadas, se ha instaurado en la sociedad un movimiento de progreso cuyas raíces y su evolución trae consigo la mejora de la calidad de vida de los seres humanos, evitando las discriminaciones.
El PACMA-Partido Animalista defiende una sociedad más justa e igualitaria para todos. Rechaza la discriminación en función de la especie que comparte las mismas raíces que el sexismo, el racismo y la homofobia. Consideramos que todas y cada unas de ellas conllevan el mismo grado de injusticia y deben ser erradicadas de nuestra sociedad
El Partido Pirata (cuyas siglas, según sus Estatutos son PIRATA) está inscrito en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio del Interior de España desde el 22 de enero de 2007. Es un partido político centrado en temas relacionados con las nuevas tecnologías, la Red y la defensa de las libertades civiles en el mundo digital. De los partidos PIRATA se ha dicho que son antipartidos, partidos sin ideología, o que son mera apología del robo de la propiedad privada. Se ha dicho también que los partidos piratas son comunistas o, al menos, un nuevo tipo de partidos de izquierda. Se les ha comparado, también, con el anarquismo.
Es posible que algunas de estas corrientes de pensamiento hayan influido en el origen de los partidos piratas, pero en realidad no responden a ninguna de estas etiquetas. Los partidos piratas son la expresión de una nueva corriente de pensamiento que no puede ser entendida fuera de su marco de referencia, que no es otro que la sociedad posindustrial.
La fusión entre la ética hacker y la cultura cyberpunk dio como resultado una corriente ciberactivista caracterizada por: *La defensa de los prosumidores del conocimiento libre.*La lucha por la desmasificación: se defiende la diversidad social en contra de la uniformidad, se defiende el derecho a ser, pensar y actuar de manera diferente.*La protección de derechos fundamentales, tales como la privacidad y la libertad de expresión, frente a los intentos de control realizados por parte de gobiernos y corporaciones empresariales.
Con el tiempo esta corriente ciberactivista tomó conciencia de que eran necesarios algunos cambios en el sistema político para que los votantes pudieran defender sus derechos en las urnas. Surgían peticiones tales como el establecimiento de sistemas basados en listas abiertas, y se extendía el convencimiento de que los partidos políticos existentes ignoraban o se negaban a luchar a favor de las reclamaciones de los ciberactivistas, que se sentían huérfanos de representación política institucional.
Y, en este contexto social, en el año 2006 algunos ciberactivistas suecos decidieron resolver la situación de abandono político creando su propio partido: el Piratpartiet, ejemplo que fue seguido con la creación de partidos piratas en los cinco continentes.
¿Por qué hay que votar al Partido Pirata?: Proponemos un modelo de gestión basado en la democracia directa; el acceso a la toma de decisiones a nivel individual ya que actualmente existen los medios necesarios. La ciudadanía debe ser partícipe en la toma de decisiones. Creemos firmemente en la cohesión y el buen funcionamiento del Parlamento Europeo, pues entendemos que muchas de las leyes que afectan a los españoles surgen de Bruselas y Estrasburgo. Para ello debemos mejorar el funcionamiento político estatal. Partiendo de una base sólida fundaremos una Europa fuerte y social, muy por encima de las carencias actuales.
Los medios para aplicar una democracia directa son:
Plena información y conocimiento de todo lo que acontece en las estructuras de gobierno, de una forma transparente y expresada con un lenguaje accesible, permitiendo estar al día y participar desde el primer momento en los planteamientos que nos afectan a todos. Para ello presentamos una plataforma telemática que permite tomar estas decisiones participativamente y en tiempo real.
Gobierno abierto, administración 2.0; autentificación centralizada, unificación de bases de datos, ventanilla virtual única, publicación de las herramientas de la administración priorizando que el ciudadano tenga el poder de participación real en la administración.
Libertad de expresión y privacidad como referentes.
Neutralidad de la red, banda ancha con conexiones simétricas, asegurando que los servicios de comunicación sean accesibles y ofertables sin restricciones ni discriminaciones.
Uso por parte de la administración pública de programario libre y formatos estándar abiertos, para garantizar la seguridad y privacidad de toda la información sensible de los ciudadanos. La cultura es un bien común, al cual tienen el derecho de acceso todos los ciudadanos. El ciudadano debe tener derecho a elegir sin restricciones los medios con los cuales acceder a la cultura. El libre intercambio sin ánimo de lucro no ha de ser criminalizado, sino considerado una herramienta eficaz para distribuir y promocionar la cultura.
Planteamos la necesidad de que el autor tenga derecho a escoger entre autogestionarse o trabajar con entidades de gestión de derechos de autor, ya que actualmente estos derechos son gestionados por compañías privadas aunque el autor exprese su oposición. Reforma del sistema de patentes Es nuestro objetivo la inexistencia de patentes de software en el ordenamiento jurídico. Firme oposición a las patentes de organismos vivos.
Este proceso de globalización está generando una dinámica de desequilibrios y precarización social, reduciendo los derechos humanos y sindicales y creando una degradación ambiental sin precedentes, lo que debilita y desvirtúa la democracia.
Los mecanismos de funcionamiento democrático están siendo cuestionados a medida que el liberalismo económico va dejando de lado las conquistas sociales y agrandando las distancias entre países ricos y pobres, entre el Norte y el Sur. Si queremos reorientar la economía y la política mundial hacia un horizonte de sostenibilidad ecológica y equidad social planetaria, los Verdes debemos prepararnos para actuar en este contexto de globalización.
La globalización de la economía supone también un problema para la libertad de información, ya que favorece la concentración de los medios de comunicación (prensa, televisión...). En una democracia avanzada no sólo es preciso desconcentrar los centros del poder político; también es necesario democratizar la información, evitando la creación de monopolios que suponen un serio riesgo de convertir los medios de información de masas en medios de formación de masas y de uniformidad cultural.
La superación de los déficits sociales y ambientales requiere una transformación profunda de las instituciones para hacerlas más democráticas, más próximas a los ciudadanos y más representativas respecto de la sociedad a la que deben servir.
Como expresión política de los nuevos movimientos sociales, la opción verde debe atender permanentemente las demandas que surgen desde las organizaciones ecologistas, de mujeres (incluyendo las feministas), antiarmamentistas, de los pueblos indígenas, de solidaridad y cooperación Norte-Sur, facilitando la confluencia y el fortalecimiento de todos estos movimientos, así como luchar contra toda manifestación racista o xenófoba y toda discriminación por causa de origen, sexo, edad, religión, color de piel y nacionalidad. Esto supone también oponerse al turismo sexual y a la explotación del ser humano, sea mujer o niño/a, con el fin de abusarle sexualmente.
Los Verdes reafirmamos la importancia de la paz en todas partes del planeta. La paz, fundada en la justicia -en el sentido más amplio de la palabra- y en la seguridad en el seno de las sociedades y entre las naciones, es una necesidad crucial para el desarrollo sostenible y humano de todas las sociedades.
No es posible llevar a cabo esta tarea desde estructuras cerradas y jerárquicas, al estilo de las que mantienen los partidos tradicionales, que resultan obsoletas e ineficaces para desarrollar un nuevo concepto de ciudadanía y un nuevo humanismo. Debemos dotarnos por tanto de formas organizativas eficaces, pero al mismo tiempo que sean verdaderos cauces de participación ciudadana. Los partidos verdes debemos dotarnos de un modelo organizativo acorde con el modelo social que propugnamos.
Reivindicamos el derecho de los ciudadanos a una información veraz, accesible y transparente, a ser parte del proceso de toma de decisiones, a disfrutar de un ambiente limpio, sano y humano, a vivir, trabajar y formarse libremente en el lugar deseado, ya sea en el propio país o en cualquier otro. Reafirmamos que la educación pública es la base esencial para el desarrollo de una democracia plena.
Debemos repensar el modelo de sociedad, diseñar un nuevo modelo multicultural donde no exista discriminación social, basado en la solidaridad transnacional e intergeneracional, en la igualdad entre los hombres y las mujeres, en el consumo responsable, en el comercio justo y solidario, en el respeto hacia las minorías, desarrollando nuevos modos de producción y de relaciones interpersonales. Nosotros proponemos relaciones basadas en la cooperación y la solidaridad y no en la competencia. Sólo desde la perspectiva de la ecología política y desde la metodología de la no-violencia es posible concebir un modelo social alternativo en armonía con la naturaleza.
Pero es preciso comprender que los procesos de globalización generan impactos desiguales que, a veces, pueden ser positivos. Si son capaces de coordinarse internacionalmente, los Verdes, a través del implemento de campañas globales, pueden incidir en el proceso de globalización, reorientando el mismo hacia una mayor justicia social, mediante una redistribución racional y equitativa de la riqueza.
Los Verdes denuncian el cáncer de la narcocorrupción institucionalizada, cada vez más alarmante, y la utilización del dramático problema de la drogadicción para legitimar la militarización de la sociedad y la «ayuda» militar externa. Y en general, la corrupción que está en aumento, atenta directamente contra la democracia y donde la democracia no existe la hace aún más difícil de alcanzar. Así como la contaminación es la corrupción de la naturaleza, para los Verdes, la corrupción es la polución de la política.
Los recursos utilizados en armamentos en los distintos países limitan significativamente las posibilidades de desarrollo democrático y sostenible. Las organizaciones internacionales actualmente existentes, empezando por la ONU, el Banco Mundial, el FMI y la OMC, deben ser reformadas y democratizadas ya que las políticas de reajuste impuestas a los países del sur contribuyen a aumentar la brecha que existe entre los países ricos y los países pobres. Además, los Verdes denunciamos los intentos de los países industrializados para debilitar las instituciones internacionales donde participan todos los países como son las Naciones Unidas. Nos oponemos a la tendencia de restringir los lugares de decisión que tienen consecuencias globales, tales como el G7, y que no toman en cuenta ni permiten la participación de los países del hemisferio sur. Un proceso democrático de las decisiones internacionales debe incluir a todos. Por otra parte, es preciso diseñar nuevos mecanismos que logren ejercer un control efectivo sobre el movimiento de capitales, particularmente sobre los capitales de carácter especulativo.
Ante todo, y paralelamente a lo anterior, es preciso descentralizar los niveles superiores de la Administración pública y potenciar las Administraciones locales, para que ellas tengan la capacidad de tomar decisiones que les competen directamente.
Por último, la profundización de la democracia pasa por terminar con los sistemas incapaces de cambiar y que impiden la aparición de nuevas ofertas políticas al tener leyes electorales injustas que perpetúan en el poder a los partidos tradicionales. Los Verdes reivindicamos el derecho de todas las fuerzas a participar en los procesos políticos y a tener acceso a los medios de comunicación y a las fuentes de financiación pública.
Proponemos un modelo equitativo de legislación electoral que, respetando las peculiaridades de cada país y sus respectivos marcos jurídicos, garantice la representación proporcional. Propugnamos así mismo una democracia que permita la intervención directa de los ciudadanos y sus asociaciones representativas en todos aquellos asuntos que les afecten directamente.
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