sábado, 17 de septiembre de 2011

Curiosidades Curiosas: Carl Sagan fue un ávido fumador de cannabis


 

Cuando usted habla de científicos que alcanzaron el estatus de estrellas de rock en la segunda mitad del siglo veinte, el finado astrónomo y biólogo Carl Sagan está allí con Stephen Hawking. SuCosmos (1980) es uno de los libros de ciencia más populares jamás escritos, plantándose en la lista de bestseller del New York Times durante 70 semanas y permaneciendo perpetuamente en impresión desde entonces. Fue acompañado por la serie de televisión de PBS del mismo nombre, que -junto con numerosas apariciones en Tonight Show- introdujeron a Sagan y su enfática frase “billions and billions” en la cultura popular. Su única novela, Contacto, fue transformada en una película del tipo amala-u-odiala protagonizada por Jodie Foster como una científica que busca vida extraterrestre, con Matthew McConaughey como un New Age que, inevitablemente, hace su propia forma de contacto con ella.
Además de sus credenciales de cultura popular, Sagan fue amigo de numerosos y legendarios ganadores de premios Nobel mientras aún estaba en la universidad, ganando un premio Pulitzer por su libro Dragones del Eden, y también fue consultor de la NASA, el MIT, Cornell, y la RAND. Él diseñó las postales de la raza humana para cualquier extraterrestre que pudiera estar allá afuera -la placa a bordo de las nave espacial Pioneer y el disco en la sonda Voyager. Así que puede ser un poco sorpresivo saber que Sagan fuera un ávido fumador de mariguana. Algunos pudieron incluso llamarlo un pothead. En su biografía definitiva de científicos celebres, Keay Davidsonrevela que Sagan comenzó a darse sus toques regularmente a principios de los años 60 y que Dragones del Eden -que gano el Pulitzer- “fue escrito obviamente bajo inspiración de la mariguana”. Davidson dice de Sagan: Él creía que la droga realzaba su creatividad y percepción. Su amigo más cercano durante tres décadas, el profesor de psiquiatría en Harvard Dr.Lester Grinspoon, abogado principal de la despenalización de la mariguana, recuerda un incidente en los años 80 cuando uno de sus admiradores de California le envió, sin solicitarlo, un poco de mota inusualmente de alta calidad. Grinspoon compartió los carrujos con Sagan y su esposa, Anne Druyan. Posteriormente Sagan dijo, “Lester, sé que tú solamente has conseguido uno, pero ¿podría tenerlo? Tengo un trabajo serio que hacer mañana y realmente necesito usarlo”.
Quizás dejando que Sagan se fumara el último carrujo fue la manera en que Grinspoon devolvió un favor, puesto que Sagan había contribuido con un ensayo a Marihuana Reconsidered, el libro clásico de Grinspoon de 1971 sobre los beneficios y bajos riesgos de la mota. Por casi tres décadas, el autor de esta oda a Mary Jane fue anónimo, pero en 1999 Grinspoon reveló que el “Sr. X” era Sagan.
En el ensayo, Sagan escribió que la hierba aumentó su apreciación del arte, la música, los alimentos, el sexo, y los recuerdos de la niñez, y le dio percepciones en materias científicas y sociales: Puedo recordar una ocasión, tomando una ducha con mi esposa mientras me elevaba, en la cual tuve una idea sobre los orígenes y la invalidez del racismo en términos de curvas de distribución Gaussiana. Era un punto obvio (sic) en cierta forma, pero raramente platicado. Dibujé curvas en el jabón de la pared del baño, y fui a anotar la idea. Una idea condujo a otra, y al final de alrededor de una hora de trabajo extremadamente duro me encontré que había escrito once ensayos cortos en una amplia gama de asuntos biológicos sociales, políticos, filosóficos, y humanos…. Los he utilizado en las direcciones del comienzo de la universidad, conferencias públicas, y en mis libros. El Sagan humanista/ateo se acerca peligrosamente al misticismo en algunos pasajes: “No me considero una persona religiosa en el sentido usual, pero hay un aspecto religioso en algunos “viajes”. El aumento de la sensibilidad en todas las áreas me da una sensación de comunion con mis alrededores, animados e inanimados. A veces viene a mí cierta clase de percepción existencial de lo absurdo y veo con certeza tremenda mis posturas hipocritas y las de mis amigos. Y otras veces, hay un sentido del absurdo diferente, de un conocimiento juguetón y caprichoso…. Estoy convencido de que hay niveles genuinos y válidos de percepción disponibles con la cannabis (y probablemente con otras drogas) los cuáles son, con los defectos de nuestra sociedad y de nuestro sistema educativo, inasequibles a nosotros sin tales drogas. Tal observación se aplica no sólo a la timidez y a la búsqueda intelectual, sino también a percepciones de gente verdadera, a una sensibilidad sumamente realzada, a la expresión facial, a las entonaciones, y a la opción de palabras, que a veces acercan más, como si dos personas se estuvieran leyendo la mente”.




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