A Telefónica, el mayor operador de telecomunicaciones español, el tráfico de internet de cada usuario le cuesta menos de un euro al mes, según fuentes del propio sector.
Un negocio que le deja márgenes cercanos al 90%, según esas mismas fuentes, independientemente del ancho de banda que contrate el cliente. Es decir, todo lo que consuma y se descargue el usuario, por ingente que sea, a Telefónica le cuesta unas decenas de céntimos.
El motivo de que sea tan barato para Telefónica es porque una vez amortizada la red, los gastos a los que debe enfrentarse un operador son básicamente los de mantenimiento de las infraestructuras (cables, nodos de comunicación, etcétera), la inversión en nuevas redes y los correspondientes a los acuerdos con operadores internacionales para poder ampliar su cobertura.
Telefónica tiene la mayoría de su red propia en España, y necesita por ello utilizar la de otras compañías de otros países, porque mucha (la gran mayoría) de la información que sus usuarios consultan en internet se encuentra alojada en servidores -algo así como bibliotecas- situadas a miles de kilómetros de distancia, en diferentes países.
Así que Telefónica llega a acuerdos con esos operadores para tener cobertura mundial. En la mayoría de esos casos tiene más peso la compartición de redes que el precio. Es decir, yo utilizo tu red y te dejo la mía cuando tú la necesites, y sobre el uso que hagamos acordamos un precio.
Sin embargo, Telefónica se niega a reducir el alquiler de sus redes
El presidente de Telefónica, César Alierta, ha rechazado la propuesta de la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario, Neelie Kroes, quien sugirió hace unos días reducir el precio del alquiler de las redes a las compañías que no poseen infraestructuras, con el fin de impulsar las inversiones en nuevas tecnologías, como la fibra óptica.
En resumen, Kroes pidió que se rebajara la factura que Jazztel, Vodafone, Orange, etcétera, le pagan a Telefónica por usar su red para poder ofrecer ADSL, cantidad que es de poco más de 13 euros por cliente al mes.
"Soluciones como bajar los precios de (las líneas) de cobre, en el actual contexto de crisis económica y fuertes requerimientos de inversión, sería muy negativo para el sector", dijo Alierta.
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